Animal de gran personalidad, sensible e inteligente. Está considerado como el equino más veloz, posee un cuerpo esbelto y sus extremidades son muy finas; características que le definen como un gran atleta.
El equino destinado a las carreras comienza a entrenar cuando cumple su primer año. Primero se le pone la montura para que vaya acostumbrándose a ella y, poco a poco, cuando se habitúan, se sube el jockey en plancha para que el caballo se familiarice con él. Tiene que conocer el peso y las órdenes del que será su jinete. Si su jockey sabe montar, tendrá en sus manos un animal fácil de conducir que responderá muy bien a las órdenes.
El mejor momento para competir está entre los tres y los seis años aproximadamente. Sin embargo, hay caballos que con dos años ya corren carreras; depende de la precocidad que tenga cada animal. Por el contrario, también se encuentran equinos que con más de diez años siguen compitiendo.
El entrenamiento diario y la fuerza con la que corren estos caballos acelera la aparición de múltiples luxaciones de tendones, rodilla o ligamentos. El tener las extremidades finas desencadena lesiones complicadas que necesitan incluso de intervención quirúrgica.
Son muchas las ocasiones en las que este valioso ejemplar, tras padecer una lesión, tiene que dejar de correr carreras. Su destino pasa por la dedicación a la cacería y frecuentemente también se utiliza para concursos de saltos. El animal será trasladado a un picadero y también se podrá disfrutar de él como animal de paseo.
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